Santa Pola:
¡Información detallada sobre este popular destino de vacaciones!

Varios vestigios demuestran que la zona de Santa Pola ya estuvo habitada en el tercer milenio a.C. En el siglo IV a.C. surgió un asentamiento ibérico en la desembocadura del río Vinalopó. Desde aquí se comerciaba principalmente con Grecia. En el siglo I d.C. se construyó en las cercanías el puerto de Portus Illicitanus, que servía de puerto a la entonces ciudad de Illici. Junto con el puerto de Cartagena, desempeñó un papel importante en el comercio marítimo de la región. En Santa Pola también se pueden admirar algunos restos de la época romana. Basta pensar en la Villa Romana del Palmeral.

Tras la caída del Imperio Romano, el puerto de Santa Pola perdió importancia, pero después volvió a resurgir. En 1337 se construyó una torre para defender el puerto. En la siguiente época, en Santa Pola también había almacenes y fuentes posteriores mencionan, entre otras cosas, tiendas y obras de una iglesia. El comercio local floreció, pero el peligro de los piratas berberiscos acechaba. Por eso, en 1557 se inició la construcción de un castillo-fortaleza para proteger el mar y a los comerciantes. A principios del siglo siguiente, los moriscos abandonaron Elche rumbo al norte de África.

En el siglo XVIII se dice que dentro del castillo había una iglesia y en ella vivían familias de soldados. En ese mismo siglo, la población de Santa Pola aumentó debido a diversos factores. Durante la Guerra de la Independencia Española, Santa Pola quiso independizarse de Elche, algo que se hizo oficial en 1835. En el siglo XIX el municipio creció gracias a la pesca y a las exportaciones. Y Santa Pola también era un popular destino de veraneo en aquella época entre los habitantes de Elche, a quienes les gustaba visitar las playas.

Hoy en día, no sólo los habitantes de Elche acuden a Santa Pola, sino también turistas de toda Europa, atraídos por los trece kilómetros de costa con largas playas de arena y pequeñas calas. Coloque su toalla de playa en Playa Lisa, Playa Levante o Playa Varadero y disfrute de un maravilloso día de playa con su pareja o familia. La costa local también es un paraíso para los amantes de los deportes acuáticos. Las condiciones en Santa Pola son a menudo perfectas para un día de kitesurf o windsurf. Las empresas locales le enseñarán los trucos del oficio y le proporcionarán el equipo necesario.

¿Te gusta la naturaleza? Entonces no puedes dejar de visitar las Salinas de Santa Pola, declaradas parque natural de 2.470 hectáreas y zona de protección de las aves. Podrás recorrer diversas rutas de senderismo y admirar elegantes flamencos. No te pierdas el Museo de la Sal, donde conocerás de primera mano la historia de la explotación de la sal en Santa Pola, una actividad comercial que todavía se lleva a cabo.

Si te adentras en la ciudad, no te pierdas el castillo-fortaleza de Santa Pola. Este monumento militar lo encontrarás en la Plaza de la Glorieta. En la actualidad se organizan todo tipo de eventos. Entra y disfruta del ambiente histórico en el gran patio. El castillo-fortaleza alberga el Museo del Mar.

Para las familias con niños, existen numerosas opciones de excursiones divertidas en Santa Pola y sus alrededores. El Acuario Municipal de Santa Pola se encuentra cerca del puerto. Nueve grandes acuarios le ofrecen a usted y a sus hijos una visión especial de la flora y fauna del Mediterráneo. Para divertirse, planifique un día en Pola Park, un parque de atracciones de nada menos que 24.000 metros cuadrados con más de 25 atracciones.

También puedes apuntar en tu agenda una excursión a Isla Tabarca. En el puerto de Santa Pola encontrarás varias empresas que te llevan a esta pequeña isla frente a la costa. Este lugar tiene una historia fascinante, pero ahora es un paraíso irresistible para hacer snorkel, nadar o observar aves.

Por último, pero no por ello menos importante, lo mejor es que incluyas en tu agenda el faro de Santa Pola. Encontrarás un mirador espectacular desde el que podrás admirar la Isla Tabarca y seguir contemplando el infinito mar Mediterráneo. Además, es un lugar mágico para disfrutar de un amanecer o un atardecer.

Restaurantes y bares en Santa Pola

Entre tanto relax en las playas de Santa Pola, puedes darte un capricho en los restaurantes locales. Los chefs locales te sirven una sabrosa cocina valenciana. Disfruta de deliciosos platos de pescado y arroz, gamba roja y mucho más. El pescado de las aguas locales es tan sabroso y fresco que incluso ha recibido su propia denominación de origen protegida: Peix de Santa Pola.

Nueva Casa del Mar es sin duda uno de los mejores lugares de Santa Pola para disfrutar de la gastronomía local. Podrás disfrutar de los tradicionales arroces de la zona. Nueva Casa del Mar la encontrarás en Avenida Fernando Pérez Ojeda, 27. La Taberna de Lucía , Restaurante Batiste y Ximo Baile también te tentarán con diversos platos de cosecha propia.

En el Restaurante Lugano Santa Pola podrás elegir entre pizzas, pastas, pescados y carnes. En Santa Pola también podrás disfrutar de sabrosos cortes argentinos y sabores de la cocina libanesa e india. ¿Te apetece solo tomar una copa? Pues tómate una cerveza o una sangría en una acogedora terraza con vistas al mar.

Jugar al golf en Santa Pola

Al alojarte en tu propiedad en Santa Pola, podrás jugar al golf a tu antojo. En la Costa Blanca existen innumerables campos de golf de gran calidad con excelentes instalaciones. Al norte de Santa Pola puedes elegir Alenda Golf , El Plantío Golf Resort , Font del Llop Golf Resort o Alicante Golf .

Si buscas un poco más al sur, La Marquesa Golf y Vistabella Golf son excelentes opciones. Disfruta de una agradable estancia en la Costa Blanca y practica tu deporte favorito.

El tiempo en Santa Pola

Santa Pola es un destino excelente tanto en verano como en invierno. La temperatura media anual oscila en torno a los agradables 18 grados, por lo que podrá pasar mucho tiempo al aire libre. Los veranos son cálidos, pero no demasiado calurosos, y los inviernos son agradablemente suaves. Además, las precipitaciones son escasas al año y el sol brilla unos 320 días al año. Como puede ver, con una propiedad en Santa Pola tiene todos los atractivos para una estancia bañada por el sol en la Costa Blanca.

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